Cada vez nos queda más claro que nuestros arqueros deben trabajar y desarrollar las capacidades mentales en igual magnitud que el resto del cuerpo; si las acciones técnicas, físicas y tácticas empiezan con una orden del cerebro, es imperiosa la necesidad de entrenarlos para que llegado el momento de intervenir en un partido, tomen la decisión correcta.
La principal herramienta de trabajo de un guardavallas es su propio cuerpo, cuidarlo y prepararlo es importante para lograr su máximo rendimiento; por ello realizar un buen calentamiento es fundamental para alcanzar un alto performance físico y evitar las lesiones musculares. Gianni Leali, entrenador de fútbol italiano, experto en entrenamiento físico, refiere “el calentamiento tiene como objetivo preparar el cuerpo para llevar a cabo y soportar mejor el trabajo que se requerirá más tarde. La máquina humana, mejora su funcionalidad si, a través de movimientos especiales preliminares, la temperatura corporal de 37° (temperatura corporal normal) se eleva al valor óptimo de 39°). A este nivel todos los procesos y reacciones fisiológicas se realizan con el mayor grado de eficacia”.
Como generalidad debemos mencionar que el calentamiento pretende cuatro objetivos:
Refiriéndome al calentamiento específico del puesto, tenemos que diferenciarlo del resto de jugadores de campo, quienes basan su actividad pre competitiva en la capacidad aeróbica; mientras que para los arqueros, dadas las acciones requeridas, cortas y explosivas mayormente, se requiere forzar más los músculos y darles más tensión con ejercicios intensos basados en su capacidad anaeróbica. Así también activar la mente le dará la confianza y concentración al arquero para afrontar las situaciones y ejecutar las acciones que se le presenten con alta efectividad.
Estructura de un neurocalentamiento de arqueros. (Pre competitivo)
1. Precalentamiento. (8 minutos)
2. Activación mental: Concentración y velocidad de reacción. (5 minutos)
3. Ejercicios de agarres laterales. (3 minutos)
4. Trabajo técnico en arco. (14 minutos)
5. Activación mental: Seguridad - Remates frontales fuertes. (3 minutos)
6. Saques. (5 minutos)
Tiempo total: 38 minutos.
Esta es una propuesta personal para un calentamiento estándar, sin dejar de considerar que cada portero es un mundo aparte, con sus propias preferencias y necesidades, tomando en cuenta sus puntos fortalezas y debilidades; además hay que valorar las condiciones climáticas (temperatura, lluvia) y geográficas (altura) que pueden tener incidencia en su accionar pero que será tema para un posterior artículo.
Las sesiones de entrenamiento diarias nos permiten dedicarle mucho más tiempo al trabajo mental, ejercicios que mezclan gestos técnicas, velocidad gestual, acciones estímulo-reacción, discernimiento de colores y números, entre otros, y que pueden documentarse en el artículo Neurofútbol sí. ¿Neuroarquero? También.
Coco Mavila Masías
E.A. Licencia A FBF
Formador y Entrenador de Arqueros
Director 1nv1cto